A lo largo de la costa de Capdepera se ubicaban una serie de atalayas de vigilancia que se construyeron entre los siglos XII-XVI como sistema defensivo.
Las atalayas más primitivas han desaparecido y las torres que hoy en día podemos observar pertenecen al siglo XVI.
El sistema de señales y códigos consistía en el encadenamiento de una serie de avisos, transmitidos desde el lugar de avistamiento del enemigo, torre por torre, y en dirección a Palma, con el fin de organizar la defensa y enviar socorro a cualquier punto de la isla que fuera atacado.
Durante los siglos XVI y XVII las señales ópticas se realizaban con humo durante el día y con fuego en la noche.